Me quedo con mis ganas de hacer lo que me haga sentir bien...
Con mis malas manías, con mi carácter voluble, con mis carreras de la mañana porque no me gusta madrugar.
Me quedo con mis celos, con mi forma mandona de ser, con esos arranques de subir la voz sin interesarme calmarme y ser cautelosa.
Me quedo con mi lenguaje, ese que dices que no debe decir una mujercita porque se escucha mal.
Me quedo con mi forma apasionada de entregarme, con mi vicio por los besos y mi locura natural.
Con mis momentos de intensa ternura cuando necesito sentirme amada y de pasión cuando necesito sentirme mujer plena.
Me quedo con todo lo que soy, porque la vida me ha hecho así con las experiencias.
Me quedo con mi mirada profunda, con mi piel blanca y pecosa, me amo tal cual, de mí no cambio nada.
Me quedo con todo eso que alguna vez te gustó por verme como una mujer fuerte.
Aunque eso signifique quedarme sin ti...
–Mor More
Alquimista de Emociones
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