sábado, 1 de octubre de 2022

DUELO DESPUÉS DE UNA RELACIÓN




El duelo después de una relación, especialmente una de naturaleza tóxica, nunca es lineal o sencillo

Sus subidas y bajadas emocionales, tan bien representadas en la imagen de una montaña rusa, son bruscas, impredecibles y a veces, engañosas.

Desde que comencé esta tarea de apoyar a quienes atraviesan el difícil camino de sanar y soltar una relación dañina no podría cuantificar las veces que he escuchado alguna versión de “No sé por qué estoy tan mal, pensé que ya lo había superado”.

Es que en este sendero, áspero y espiralado, nada es lo que parece, y dos pasos hacia adelante muy pronto se tornan en cinco para atrás y tres para el costado.

Las emociones que se vivencian son tan complejas y abrumadoras, sobre todo al comienzo, que cuando la enloquecida marcha de la montaña rusa aminora, pareciera que finalmente podremos detenernos y bajarnos.

Y es justo en ese momento, cuando menos lo esperamos, que la maquinaria se reinicia y bajamos en caída libre hacia un nuevo subsuelo de dolor, hacia el tremendo descubrimiento de que la sanidad que tanto buscamos es todavía un horizonte lejano. 

Si hoy estás abajo, llorando por aquello que pensaste que había quedado en el pasado, te invito a permitirte este momento, a no reprocharte, a no ser un crítico juez ni un cruel tirano. 

Te propongo a que te abraces en este dolor, viejo y nuevo, en este torbellino de emociones, en este proceso tan duro pero tan intensamente humano. 

Está bien llorar por lo que creías haber superado, está bien acampar ahí, abrazando a tu corazón roto por un rato.

Lo que no está bien es quedarte permanente, y construir tu vida sobre un terreno lleno de sufrimiento, culpa y autoengaño. 

Date la posibilidad de sentir, y luego, podrás ver las cosas desde otro lado.

Tomate un descanso hoy y mañana, levántate, enderézate la corona, y sigue caminando.

Autor: Jo Garner

#escritos #reflexiones #amorpropio

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