viernes, 24 de septiembre de 2021

FALTABA QUE LLEGARA ALGUIEN COMO TÚ




Faltaba que llegara

alguien como tú...

que nunca se fuera,

que no se rindiera,

que me abrazara fuerte

cuando mis miedos me aterraran,

que besara mis ojos

y no los hiciera llover.


Alguien que me sujetara sin engaños de su corazón,

que no venciera al dragón

protector de mi coraza

sino que se volviera uno con su fuego.


Faltaba alguien que llenara de flores mi otoño eterno,

que amara verme libre

y me dejara ser un poco loca,

un tanto niña,

sensualidad y poesía.


Faltaba quien fuera oasis en el desierto de mis días,

quien fuera respuesta a todas mis dudas, sin mentiras;

faltaba que llegara alguien

por quien pudiera jugarme

hasta la vida.


Faltabas tú...

alguien que no quisiera irse jamás.


————————. II


Esto es para ti

que ya amo

y aún no termino de conocer.


Para ti,

quien después de verme

tantas veces,

un día encontró algo diferente,

y me vio

como quien ve el mar

por primera vez.


Y desde entonces,

navegas mar adentro mío

sin miedo a mis tormentas.


Para quien recibió

este desastre de mujer

cuando mis alas

estaban hechas un asco,

y esperaste a que sanaran

paciente,

sin saber que precisamente

porque no me soltaste,

fue que sanaron.


Para quien no curó

mis heridas,

sino que las llenó

de flores.


—ZàiL


[al final también se fue, como se desprenden las hojas de otoño para dejar lugar a hojas nuevas, pero dejó un enorme amor intacto y una muy buena lección…

todos somos maestros de vida]




♥️ #VERSEáNDOTE

miércoles, 22 de septiembre de 2021

AUSENCIA

 



La ausencia de él era cada vez más prolongada y ella permanecía callada sin hacer dramas, puesto que hace rato dejó de mendigarle tiempo a alguien... 

Hasta que un día no respondió más sus mensajes, ni sus llamadas y desapareció de su vida para siempre. 

¿Pa' que vas a estar donde no te quieren? mejor te vas así abruptamente y sin retorno, como el mujeron que aprendió a marcharse cuando la magia se extingue y el amor caduca por indiferencia.

Mile Morales"Dulce Cayena"🌺

#LaDesquiciadaDeLasLetras

CARL G. JUNG HABLANDO SOBRE LA MUERTE


_ Para Jung intentar evadir la muerte es una forma de alejarse de la vida, una huida de sus propósitos naturales.

⇒ Cuando en una edad ya avanzada la idea de la muerte se tiene más presente, Jung ha observado en sus pacientes cómo esta idea es una amenaza para sus consciencias de que se acerca un final total.

•_ Jung dice :

“LA VIDA SE COMPORTA COMO SI CONTINUARA”.

⇒ En esta frase radica la fuerza de una energía, que nos lleva a vivir cada día con una voluntad que está por encima de nuestra idea de la muerte.

⇒ Por eso Jung aconseja que se siga gozando como si se fuese a vivir por siglos, es la manera de vivir apropiadamente, de pensar acuerdo a las líneas de la naturaleza.

⇒ Cuando se vive con miedo, se mira hacia atrás en vez de hacia adelante, entonces la persona se petrifica y muere antes de tiempo.

En los comentarios que Jung realiza en el libro Taoista chino :

«El secreto de la flor de oro»

se encuentran estas curiosas aportaciones en las que habla sobre la muerte:

⇒ ¨Para el alma la muerte es tan importante como el nacimiento y, como éste, un elemento integrante de la vida¨.

⇒ No se tiene el derecho de preguntar al psicólogo lo que acontece finalmente con la conciencia desligada. Sea cual fuere la posición teórica que adoptara, sobrepasaría sin esperanza los límites de su competencia científica.»

•_ «Hace poco, recibí una carta de una antigua paciente, que describe con palabras sencillas pero justas la trasposición necesaria:

“De lo malo me ha venido mucho bueno".

"El mantenerme calma, no reprimir, estar atenta, y al mismo tiempo aceptar la realidad —las cosas como son, y no como yo las querría— me ha procurado un raro discernimiento, y también fuerzas pocos comunes, que antes ni siquiera hubiera podido imaginar".

⇒ ¡Pensaba yo siempre que, si se aceptan las cosas, la abruman a una de alguna manera; ahora bien, esto no es de ningún modo así!

⇒ Sólo al aceptarlas puede adoptarse una posición hacia ellas.

•⇒ "De modo que jugaré ahora al juego del vivir:

aceptando lo que cada vez me traen el día y la vida, bueno y malo,

sol y sombra,

que constantemente cambian

⇒ y así acepto también mi propia naturaleza con su positivo y negativo, y todo se hará más viviente.

⇒ ¡Qué tonta era! ¡Cómo he querido forzar todo según mi cabeza!”.

Jung, Carl Gustav, & Wilhelm, R. (1972). El secreto de la flor de oro.


Fuente: facebook Maria Esther Rodriguez



https://youtu.be/6ZP4Doxz1-g

martes, 7 de septiembre de 2021

REFUERZO INTERMITENTE







El refuerzo intermitente crea obsesión.

Muchas relaciones están basadas en el refuerzo intermitente. Son esas relaciones en las que obtienes lo que quieres, ya sea amor, compañía, seguridad, cariño etc…de forma aleatoria, impredecible e inconsistente, y es precisamente el hecho de que se concedan de forma ocasional lo que te mantiene enganchada/o. El refuerzo intermitente puede ser muy difícil de identificar. En este tipo de relaciones, la persona suele empezar dándole a la otra lo que necesita, luego empieza a hacerlo de manera inconsistente y finalmente deja de hacerlo, retirándole la atención y consideración. Son personas evitativas y emocionalmente no disponibles. Cuando se retiran, activan en la otra persona su apego inseguro, un trauma de abandono y negligencia emocional, algo que todos hemos vivido en mayor o menor grado: la memoria de lo que tuvo cuando lo tuvo, la memoria de que se acostumbró a los periodos en que no recibía nada en absoluto y la memoria de que en algunas ocasiones sí lo recibió (la memoria del refuerzo intermitente) y entonces continúa enganchada, a pesar de que la están matando de hambre. Está enganchada por la esperanza de que recibirá lo que quiere. Se esfuerza más aún en conseguir la cercanía que obtuvo en el pasado…pero que puede que nunca vuelva a obtener y trata de esforzarse al máximo, abandonarse totalmente en el otro y ceder su poder con tal de que eso no suceda. Siempre hay refuerzo intermitente en una relación abusiva, porque es la herramienta más poderosa de control sobre otras personas. Este tipo de relaciones son las más difíciles de abandonar porque no son relaciones, son adicciones. Cuando te encuentras en una relación adictiva, tu cuerpo se hace adicto a los químicos que produce (química del trauma) y alejarse de la relación implica dejar de recibir tu dosis. No estás enamorada. Estás drogada. Si hemos permitido el refuerzo intermitente en nuestras relaciones de adultos, sin duda es porque este refuerzo ya fue creado en nuestra infancia, con nuestras primeras relaciones. Si hubiéramos podido experimentar consistencia y apego seguro durante nuestra infancia y ahora de adultas/os nos viéramos envueltas/os en una relación de inconsistencia no aguantaríamos ni 3 segundos. Entonces, ¿por qué lo hacemos? Porque nuestras primeras relaciones nos enseñaron que eso es el amor. Y pasas tu vida entera alineándote con compañeros inconsistentes y tratando de hacer desesperadamente lo que sea necesario para que se conviertan en consistentes porque esto era lo que necesitaste de tus padres y lo que quedó sin resolver y de este modo tu niño/a interior herida trata inconscientemente de reparar y resolver a través de tus relaciones. Tratas de hacer que tu pareja inconsistente sea la figura paterna, amorosa y consistente que necesitaste y siempre quisiste. La consistencia es la única manera de vivir relaciones sanas. Sólo necesitas tomar una decisión, la de elegirte y marcharte.

Pero probablemente sea la decisión más difícil que tomes jamás.

Fuente: Lorena Cuendias

#refuerzointermitente #quimicadeltrauma #relacionestoxicas #narcisistas #narcisismo 

RELACIÓN - ADICCIÓN - QUÍMICA DEL TRAUMA


Yo también estuve atrapada en una relación. No era feliz, y tenía todos los componentes para ser tóxica o difícil. Aún conociéndolos conscientemente, era incapaz de salir de ella. Pensaba que tenía pánico de sentir el vacío de no tener a esa persona en mi día a día, de encontrarme conmigo misma. O que tenía miedo al abandono. Lo que la mayoría de las personas desconocen es que no nos hacemos adictos a las personas, sino a las sensaciones que se producen en nuestro cuerpo cuando estamos con ellas. A la química.
El cuerpo necesita recursos, anclajes, hormonas de seguridad, felicidad…y si nos los pudo crear en la infancia, porque los vínculos no fueron seguros, los creará.
En las relaciones tóxicas o codependientes, se genera un exceso de hormonas como la dopamina o el cortisol. En ese momento de la reconciliación, en el que obtengo 5 minutos de placer después de 15 días de drama, malestar, incertidumbre, miedo, inseguridad, alerta (cortisol) y toxicidad, obtengo un chute de intensidad (dopamina) que confundo con felicidad y sentirme viva. El “chute” es un momento oceánico e intenso ¿puedes identificarlo? seguro que sabes de lo que hablo.
El exceso de dopamina facilita la conexión entre las neuronas, las sinapsis, y estas se vuelven dopaminérgicas, tan hiperactivas que terminan muriendo. Como el cerebro es conservador, para no morir, las propias neuronas regulan esta estimulación, disminuyendo su respuesta, de manera que para poder tener el mismo nivel de estimulación, necesito más dosis de eso que la crea y finalmente me termino enganchando: me termino dopando. La sopamina genera muchísima dependencia.
Así es como mi cuerpo registra que intensidad=felicidad, pero no es real. La serotonina es la hormona de la felicidad y tiene un efecto distinto sobre las neuronas, (es inhibidor) que es regulador y se traduce en la sensación de estar bien conmigo misma, en mí para mí. No genera dependencia y tranquiliza las neuronas. Hay más claridad mental porque hay más espacio para las neuronas.
El exceso de dopamina dificulta la segregación de serotonina y la sensación de bienestar, de sentirme completa en mi.
En el apego seguro hay un equilibrio adecuado entre dopamina y serotonina. Si tu cuerpo no pudo registrar la química de un apego seguro, se habrá adaptado por supervivencia a manejarse en un entorno de alerta y supervivencia y las situaciones de ansiedad y confusión que se crean en las relaciones tóxicas y codependientes estimulan la producción en tu cerebro de estas sustancias que alimentan más aún tu inseguridad, falta de autoestima y confusión que además desconectan la función cognitiva y otros lugares de tu cerebro que te ayudan a regularte y poder tomar decisiones y accionar.
Por eso, cuando una sale de una relación tóxica de intensidad emocional, corporal y orgánica y comienza una nueva relación con otras referencias, “sanas”, tiene la sensación de que se aburre, que no hay emoción, que “no es la persona” y es también un shock y creen que no van a volver a sentir aquella “vitalidad” (=intensidad): No se echa en falta a la persona sino las situaciones que crearon la intensidad. Fíjate cuántas veces, tu inconsciente ha creado situaciones para generar drama y obtener su chute.
Durante mucho tiempo me sentí muy culpable y avergonzada conmigo misma por no haber sido capaz de sacarme de ahí y permitir situaciones que permití. Por haber permitido que la relación durara tanto tiempo.
¿Cómo era posible que fuera tan competente en algunos ámbitos de mi vida y en este me comportara como una niña?.
Pues porque esos aspectos de mi no habían crecido y seguían anclados en la primera infancia.
Mucho trabajo personal, corporal y estudio del trauma después me ayudaron a comprender que no habría podido y que necesitó un proceso, psíquico, corporal y orgánico, porque fuerzas mucho más grandes estaban dirigiendo la función. Como bióloga, el estudio de la biología del trauma me trajo muchísima comprensión, paz y autocompasión.

Hoy, he podido crear otros registros, referencias de seguridad en mi psique y en mi cuerpo y ayudo a otras personas a que puedan crearlos también para ellas, transmitiéndoles que no son culpables de nada, que no son débiles, incompetentes, flojos o incapaces, sino que hay causas muy profundas que se les escapan y que tienen que ver con trauma del desarrollo, y que hay herramientas y hay salida. 


Fuente : Mujer Alquimia - Lorena Cuendias