En estos tiempos de pandemia - coronavirus que estamos viviendo en todo el mundo, en mi caso aquí en Valencia- España desde marzo de 2019, se complica también el hacer ejercicio físico y mantenerse en forma.
Durante el confinamiento, estuve haciendo gimnasia en casa a través de Youtube las rutinas diarias de María Martínez , algunas clases de yoga también.
Ya en la nueva normalidad, no he vuelto a ir al gimnasio, como hacía antes de la pandemia, solo voy a espacios abiertos. Por lo que seguía haciendo ejercicio en casa, andar cauce del río, playa, escapadas etc.
Y estaba pensando hacer otro tipo de ejercicio al aire libre, como yoga, gimnasia, danza etc
Últimamente veía mucho los bailes de Jerusalema que se han convertido en número 1 que me encanta y también los bailes de los niños de Masaka Kids Africa que me tienen enamorada. Y había pensado que me gustaría aprender danza africana.
Siempre me ha gustado bailar, últimamente bailaba salsa-bachata, zumba, danza árabe, y ahora me llamaba la atención esta danza.
Un día mi amiga Emi comentó que hacían clases de danza africana en el cauce del río Turia (Valencia- España) .
Así que ya tenía todo lo que quería y allí fuimos a nuestra primera clase el 27/10/2020 con la escuela Kirama Kergui y el profe Moussa Seydi.
Suenan los tambores , Moussa empieza a bailar y se crea la magia.
Su energía y alegría es contagiosa. Un ser especial, mágico, un maestro.
Nosotras seguimos sus pasos y nos transportamos a otra realidad, otra dimensión donde no existe el coronavirus, ni los problemas y todo es energía y alegría.
Tambores ancestrales, sonidos que llegan al corazón, al alma.
Como decía Rumi, el filósofo y poeta sufi, " Cuando haces cosas desde tu alma, sientes un río moviéndote dentro de tí, una alegría"
Mi corazón contento, mi alma contenta, y hasta el hígado sonríe como decían en la película come, reza y ama.
Y me doy cuenta que me viene muy bien esta danza para mi proceso de sanación y recuperación porque me da vida , me recarga de energía y suelto todo lo negativo.
Como me dijo una compañera al terminar la clase el otro día, "ha sido una explosión".
Y Moussa me dice:
"Pues tu amiga te ha traído a la vida pura. No hay ningún medicamento que cure más que el baile. Es un medicamento que no vale mucho y es muy sano la contaminación de la energía. Con esta energía todo lo malo va a salir de tu cuerpo".
Pues lo que necesitaba.
Al principio iba los martes por la tarde, pero, casualmente unas amigas mías estaban buscando desde hace tiempo para bailar danza africana, ellas no se conocían personalmente pero andaban buscando lo mismo, así que como somos energía y vibramos, al final nos encontramos en esto y empezamos un nueva clase iniciación los sábados por la mañana.
El sábado siguiente la escuela organizó una clase de Sabar, danza tradicional de Senegal con la profesora Adama que estuvo espectacular.
Ahora estamos empezando, nivel iniciación, con el tiempo esperamos llegar a este nivel que están las compañeras que llevan más tiempo con la escuela.
Con la música, los tambores y la danza vibramos alto y dicen que el virus a una vibración alta no puede vivir, tiene una vibración de 5.5hz y muere arriba de una vibración de 25.5h y yo me lo quiero creer. Ninguna negatividad puede vivir con esta alta vibración.
La danza como medicamento, como instrumento para la sanación.
INAUGURACIÓN ANANDA MAITREYA Y PRESENTACIÓN DE CLASES
Bravo! Es maravillosa. Primer y segundo chakra a tope, enraizándonos con la Tierra y con la Vida!!
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