miércoles, 16 de diciembre de 2020

CUANDO ALGUIEN A QUIEN QUIERES DESAPARECE.

 


CUANDO ALGUIEN A QUIEN QUIERES DESAPARECE.

Cuando alguien a quien quieres desaparece.

Tu mundo se detiene.

Porque para ti es imposible habitar el mundo sin poder ver a esa persona nunca más.

Sin poder contarle todo lo bueno y todo lo malo que te suceda.

Sin poder decir su nombre y que te responda.

Sin saber de ella ni que ella sepa de ti.

Nada.

Cuando alguien a quien quieres se muere.

El mundo te duele.

Te duele su belleza y te duele la rutina.

Te duele que la gente siga viendo anuncios y haciendo planes y enamorándose y tirándose por toboganes.

Te duelen las risas.

Porque tú estás tan triste que la alegría ajena te quema.

Cuando alguien a quien quieres se va.

Te quedas tú.

Y sientes la líquida soledad están en compañía.

Y alguien perfora las palabras para vaciarlas de su sentido.

Y el mar es una pecera.

Y los espejos cristales.

Y no hay consuelo.

Porque te dicen que el tiempo lo cura todo.

Pero tú lo que menos quieres es que pase el tiempo.

Porque cuanto más te alejas de esa última vez que viste a esa persona.

Más se borra su cara, su voz, su olor, su todo.

Tú lo que quieres es parar el tiempo con hacha y correr hacia detrás.

Y darle un último abrazo y besar y abrazar y tocar y mirar y fijarte y retener y decir lo que nunca dijiste por vergüenza o por pudor o porque no si quiera lo sabías y ahora ya lo sabes.

Cuando a alguien a quien quieres se le acaba la vida.

Te arrepientes de no haber valorado los instantes.

De haber discutido por tonterías.

De haber querido tener la razón.

De haberlo hecho todo tan difícil siendo tan simple.

Cuando alguien a quien quieres no puede seguir siendo.

Lo que te toca a ti.

Es existir más.

Es vivir fuerte.

Porque lo único que queda aquí de la personas que quisiste es tu sentimiento sobre esa persona.

Es tu querer.

Y cada vez que celebras, que maldices, que respiras, que se te pincha una rueda, que descubres una canción o que pruebas algo de comer.

Estás celebrando a ese alguien.

Permitiendo que resplandezca en el brillo de tus ojos.

Como la luz de todas esas estrellas.

Que aunque sigan en el Universo.

Ya no están.

ROY GALÁN

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